sos
mi
cómplice
porque
te pienso
y pienso,
que estás cerca
y compartimos
la fiesta
el aire
el azar
la cuenta
sos
mi cómplice
porque
para arribar
en tu risa
o sudadera
no tengo,
que viajar
en primera clase
con clandestinos itinerarios
ni esconder
las lágrimas
de ése pasado
que destrozó
mis úlitmos
buenos versos
y
si quiero
decirte:
‘vamos nena, a almorzar algún día’
no tengo
que resguardar
mis intenciones
diciéndote
de mala manera:
‘¿crees tu, que debemos mezclarnos?’
o en todo caso,
‘¿hace mucho frío?’