Descanso en tu liviano y pequeño turquesa y me dejás, al azar: rastros noctámbulos de piel, caricia insomne, labio afín, tibio sigilo horizontal. Descansás en mi crucial alquimia rota y sonora y te dejo, irremediablemente: lepidópteros versos tapiados en miel, verdades insólitas, nicotínicos roces, nuevos sudores mezclados sobre tu firme y expedita piel.