Mar al que vuelvo en tu mirada. Recuerdo de arena que se desvanece y esquiva los dedos de las manos. Inevitable dolor de próximos viajes al centro de tu centro. Caricias disueltas en el tibio humo del deseo. Palabritas de agua que me agotan y encierran los anhelos. Palabritas precoces enredándose en tus noches de luna. Palabritas solitarias tatuadas en la cordillera de tu pequeño cuerpo blanco. Palabritas fugaces que no cruzan los océanos de tu sábana indiferencia.