A la llegada de la mañana, sumida entre las tibias sábanas, los rayos sudorosos del sol y la lambada tosca de la full resaca; ella se voltea al lado de su macho-amante músico-alemán y le dice súbitamente con un tono regocijante:
–¡Sos un forzudo, hercúleo, fornido, ubérrimo, opulento, fogozo, verraco semental con apariencia de escuálido, inútil, malogrado, incapaz, desdichado, devastado, ruin, miserable come mierda! ¡Pero cómo te quiero, Papi!
–Sie klingen wie meine mutter, Mami –le responde él sin entender una sola palabra de lo que ella está hablando mientras se coloca los trunk boxers azules, sale de la cama y vuelve a pensar en su ex exposa que vive a una hora de Düsseldorf camino hacia Münster.
–¡Sos un forzudo, hercúleo, fornido, ubérrimo, opulento, fogozo, verraco semental con apariencia de escuálido, inútil, malogrado, incapaz, desdichado, devastado, ruin, miserable come mierda! ¡Pero cómo te quiero, Papi!
–Sie klingen wie meine mutter, Mami –le responde él sin entender una sola palabra de lo que ella está hablando mientras se coloca los trunk boxers azules, sale de la cama y vuelve a pensar en su ex exposa que vive a una hora de Düsseldorf camino hacia Münster.