¡Ah, pequeño Marzo! ¡Estás bebé, pequeño Marzo! No sabés de tus equinoccios, ni de tus jacarandas, ni de tus amores listos al pie de página, ni de tus bebidas refrescantes, ni de tus fiestas epidérmicas. No sabés de tus otoños, ni de tus primaveras. No sabés de tus celebraciones femeninas, ni de tus paternas conmemoraciones boreales. ¡Pero crecerás, pequeño Marzo! Tanto que a final de mes, por fin serás grande. No tan grande como Abril o Noviembre. ¡Nunca tan grande como Mayo! ¡Pero serás grande, pequeño Marzo! Y luego con el pasar de tus hermanos meses, te recordaremos grande. ¡Vos petit prophète!
Ahora no sabés vestir pequeño marzo, aún gateás cubierto de espanto y soledad. Ahora no sabés de las grandezas de tus presagios, ahora no sabés arremeter contra el olvido. La Luna, te dispara un pequeño souvenir en estos días; el Sol es recurrente en su milagro. Las minas del pasado, te saludan. Los recuerdos en constante, se avecinan. Y vos seguís allí, amarillo y frondoso cómo los mangales del silencio. Las redondas sandías te veneran y la vida solamente hoy, te rinde un homenaje en reggae.
Ahora no sabés vestir pequeño marzo, aún gateás cubierto de espanto y soledad. Ahora no sabés de las grandezas de tus presagios, ahora no sabés arremeter contra el olvido. La Luna, te dispara un pequeño souvenir en estos días; el Sol es recurrente en su milagro. Las minas del pasado, te saludan. Los recuerdos en constante, se avecinan. Y vos seguís allí, amarillo y frondoso cómo los mangales del silencio. Las redondas sandías te veneran y la vida solamente hoy, te rinde un homenaje en reggae.