"Y justo cuando el año terminaba, en medio de las doce uvas, los disparos al aire y un humo espeso por el cueterío de la medianoche; un dolor punzante, como avispa infalible, le penetró la espalda a Nicolás mientras pensaba que el próximo año, quizá, sería mejor largarse a otro municipio y empezar una nueva vida con Rogelia, después de la llamada telefónica de los Zetas. La inminente bala lo lanzó al suelo. Murió de inmediato. Dejó de herencia una finca en Portales del Norte, una camionetilla agrícola roja y un montón de güiros repartidos por toda la selva petenera".
(Este microrelato ganó el primer lugar en el II Concurso de Microrelatos de Los Buc Buc, un proyecto para redes sociales, patrocinado por Santillana Editores Guatemala, durante diciembre del 2011.)