Vaciaré mis horas en tu sonrisa fina. Estacionaré mis dudas funk, en tu cadera bebop. Volveré al camino de los dulces y tibios parajes de la cosquilla-sensación. Nos gastaremos las caricias, una y otra vez hasta colmarnos de futuros sueños, sin insolente insolación. Vaciaré mi vida, otra vez. Escribiré con certeza. Olvidaré los últimos vestigios de esta ruina soledad y terminarás diciendo, efervescente chiquita luna, te necesito así.
Entonces, empezaremos mayo, con una sonrisa irrefutable de rayos luz.
Entonces, empezaremos mayo, con una sonrisa irrefutable de rayos luz.