lunes, 4 de agosto de 2008

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—¡Decíme la verdad bróder, ¿en qué consiste eso que llamás "mi arte conceptual"?! —insistí, haciendo caso de mi situacionismo mientras apagaba la colilla pop dentro del vino y hacía un performance dentro de la copa del tinto cristal.

—¡¡La mera neta... ni yo lo sé!! —me respondió mientras se urgaba la nariz cómo en un happening; y pegaba un moco extensísimo, tipo ready-made, sobre la minimalista pared de la galería intervenida por su realismo concreto.