miércoles, 18 de junio de 2008

Intervenciones sobre la soledad

(1)
La soledad, ése remedio incesante; ésa camilla para levantar felicidades gastadas, dolidas, intensas. Ese laberinto donde se indaga profundamente sobre la coexistencia humana. Ese puñal líquido, ésa bomba de tiempo silenciosa, ese nadar en la piscina del vacío. La soledad, ése desfallecimiento necesario. Esa inquietante fórmula de bolsillo. Ese neceser escritural, ese abandono, esa crudeza. Ese ritual simétrico, esa destreza. Ese infierno salvador para los que nacimos en medio del fuego. En medio del crucial sendero de la tormenta.



(2)
Tengo un último recuerdo sobre liquidar el tiempo. El ocio de domingo es placer para los avaros del lunes. La muerte no es muerte sí el silencio no es del todo abandono. La muchedumbre barre con sus pasos, los pasillos de la soledad en la calle. Yo desempolvo la vacuidad que dejó la ausencia de tus manos, colmándome de miedos. El fantasma en la ventana, es vendedor suicida de mis últimos alfabetos. El libro que nunca termino, lo terminaré cuando te tenga enfrente. Los sudores más feroces van siempre delante, delante en la trinchera de mis más voraces adjetivos.

Soy delantero alerta de tu futbolística monotonía. Escribo cuentos cortos, para agilizar los negocios con la vida. Considero que leer es un arte para solitarios exquisitos. Hay que vivir cansado, feliz, intensamente; para no morir entre el recuerdo de la colochera y la peluquería. Hay que bailar synthpop inglés en las fiestas, cómo bailan al naufragio, los tristes marineros en los muelles.



(3)
You never see the lonely me at all... (Brian Molko & David Bowie)



(4)
Te dije que la vida es este solo de guitarra, Nena. No te hagás bolas con esta equidistancia de las soledades al pie de la colmena de las ansias. No seás atroz. Vos y yo somos uno mismo, cómo diría Timbiriche. Puta, no te compliqués con la infinita persuasión abismal del lenguaje, guapa y feroz Nena. No seás reguetonera, la metáfora me está ardiendo en las ganas por vos. Dejá de complicarte y abrí lo ojos, disfrutá las cosas buenas que tiene la vida. Vamos a la cama, hablémonos con el lenguaje que hablan los ociosos, rasguemos las sábanas de la soledad más fina.

Rigo es amor, Nena. Yo por lo contrario, soy puro rockanrol.



(5)
Blanca cordura, negra noche
La mandíbula agitada
La pupila amplificada,
Los labios torcidos
En el ademán más triste, del recuerdo

La voz congestionada de olvido
La vida colmándose de asombro
Las piernas abiertas
entre el desdén de lo arbitrario,
La lejanía insomne

Un disparo de humo cruza el cielo
Un golpe de ala asesina la distancia
Una marioneta llora crucifijos toscos
La monotonía pálida,
Se desnuda frente al tibio espejo del silencio



(6)
Las palabras son soledad. (Henry Miller)



(7)
Explosiones musicales en mi cabeza. Interpolaciones rítmicas al final de la mañana. Ruidos polifónicos conjugándose en intensas variaciones tristemelómanas. Brian Molko pinchando la torna junto a Andrés Calamaro que llora por Bob Dylan. El Buki chapuceando notas musicales al lado de Trent Reznor mientras mira a Robert Smith llorando en la pantalla de la tele. José José explorando falsetes a lo Robert Plant mientras en el estudio Thom Yorke juega PlayStation. Todo es abismo, todo es plegaria, todo es vacuo espectro. Todo es soledad. Chopin engendró sus impromptus mientras pasaban por la radio del iTunes canciones de Kurt Cobain. Beethoven compuso sus sonatas al lado de Syd Barrett mientras veían manga japonés en la Internet.



(8)
La sangre de mis venas es un lago en deshielo. Una muchacha se ahogaría al cruzarlo. (Jorge Teillier)



(9)
No me dejes solo, no te dejes sola. No te alejes, no me alejes.

Quiero ser tu Texaco, ésa estrella en tu camino. Vamos nena, dame tu Shell (concha), dame tu V-Power. Dame Esso que a mi me gusta. No ves que ando bien Hungry Tiger por tu bomba surtidora. No ves que ando suspirando por tu regular Chevron. ¿No ves que quiero un galón de tu soledad compartida? ¿No ves que quiero con vos Servicio Completo?