lunes, 15 de enero de 2018

VEINTIDÓS notificaciones

"We've come too far to give up who we are..."
Daft Punk




Es quince de enero,
tengo veintidós notificaciones en el celular
y acabo de abrir una cerveza artesanal con mucho lúpulo.

Estoy en casa, tranquilo,
podría dormir por horas pero quiero estar despierto.
De las bocinas suena The Notorious B.I.G. con Puff Daddy.

¿1998? No, 1997.
El sample es una belleza de Diana Ross
pero con elegante rapeo que hipnotiza. Busco mis cigarros.


Salgo al balcón. Las estrellas flotan arriba. Permanecen. Solas.
Veo los pinos y cipreses. Le doy una jalada al cigarro y me pierdo.

¿Será que este año podremos sentir la belleza que planificamos?
No, no me la creo. Todo y nada son lo mismo. Para qué mentirnos.


Veo al cielo,
respiro el aire frío y me entretengo con Biggie tirando rimas poderosas.
Después suena Justice, un dueto francés que transpira house y, me entusiasmo.


Pero no tanto. Para qué mentir. Ya nada me entusiasma tanto.
A veces prefiero Morrison o El Buki. A lo mejor Tame Impala o Bronco.
"Vamos, Pablito... ponéte algo de Daft Punk y bailemos con el universo..."

Me dice una amigovia en el chat junto a una nude ostentosa. Poderosa.
Le hago screenshot y me duermo.
Horas después, le respondo.