viernes, 24 de junio de 2016

21:40, o mis viernes son epistolares

"Take me out tonight
Where there's music and there's people
Who are young and alive".
The Smiths



Hay viernes
que me encierro a tomar cerveza
después de haber sentido la furia
de la poesía en un cielo azul
mientras regresaba en bici a mi casa
tras un ligero tráfico de media quincena
y miraba las piernas de una oficinista en minifalda
que esperaba a su marido
mientras le texteaba un te quiero
al amante que esperaba a su esposa
a tres cuadras de distancia.


Hay viernes
que pego la oreja a la pared del cuarto
y escucho como rechina la cabecera
mientras gime la prostituta
que el vecino invita cada quince días.
Los he contado, varias veces,
porque cogen los días
en los que yo fumo tabaco
y cuando rechino mi cama
él pega su oreja a la pared del cuarto
deseando estar con ella
o imaginando como soy
mientras mira su partido de básquet
o abre sus latas de cerveza barata en el silencio de la noche.


Pero bueno...

Hace una hora me llamó un amigo.
Me dijo "vamos a comer algo y a tomar unos vinos".
Le respondí "aquí te espero, tengo una carta que escribir
y no pienso terminarla hoy porque los viernes son duros".


Pasa que los viernes
la gente joven sale y taconea pasos electro
y repite canciones pop con su boca y yo me aburro.


Son las nueve y cuarenta y mi amigo no viene.


Pienso que también soy joven
pero a otro ritmo de tatuajes, drogas y ansiedad.
Hoy lo escribí en una de mis columnas de música
y pude sentir que me estaba desvistiendo frente a todos.


Pero bueno...

Escribir es desvestirse como en una carta inútil.


Mientras escribo esto mis libros de Teillier o Pizarnik
me observan con recelo desde la librera
y entonces prefiero darle otro sorbo a la cerveza clara
y encender otro Marlboro mientras espero con ganas.



No puede ser que mi amigo tarde tanto en venir.
No importa, yo espero.
Toda mi vida he esperado cosas que nunca llegan.
Algunas han llegado y las dejé ir
pensando que regresarían.
Nunca regresaron.


Hoy quiero bailar
y sentir que los días son sólo trámite luminoso
para seguir bailando (o brillando) en éxtasis,
para seguir mintiéndome que escribiré esa carta
o seguir posponiendo ese alivio trémulo
en donde inscribí mi sístole y mi diástole
en puras naderías.
Cosas banales,
tristes y solitarias
como escribir poesía.



Ya lo dijo Thom Yorke en una canción linda:
"I'm just passing time, this is not living"
y precisamente eso he estado haciendo.


Pero bueno...


Eso es parte de la carta.
Espero terminarla algún viernes.
No hoy.

Hoy quiero bailar
y ver las piernas de alguna de mis amigas,
a la que por alguna estúpida razón egoísta
le dije que quería estar solo pa' escribir
y que no viniera a verme.