jueves, 31 de enero de 2008

Tripsounder (en 12 horas)

Lenta la noche. Calle. Pasos hacia el bar. Abrazos evidentes. Bufanda roja. Conversación a destiempo. Sutil bienvenida. Siete Treinta, pi em.


Inquieta penumbra, escalinata nocturna, saludo carmesí. Escenario Macintosh, extravagancias de micrófono, cable sincronizado, nenas torpes pero lindas. Cerveza y cortesía. Celebridad en maniobra de fetiche, largas piernas en descenso, baño anémico. Drum ‘n Bass de adepto. Tierna y sobria vocalización. Información correcta, galanteo fino, mirada triste, furtivo y epicúreo ademán. Pláticas exactas. Balcones de recuerdo, fútil beso a la nostalgia, caricias torpes de anteayer. Aplausos imperantes. Armonía musical. Notorio balance, nonstop beatnik, apreciaciones en Trip Hop. Bebidas amigables, vaso corto, sonrisas largas, cigarros y estupor. Homenajes en ausencia. Baño blanco, llave fina, trompeta loca y esbozos del amanecer. Migraciones a deshora. Minifalda a cuadros, automóvil gray. Frío y lento souvenir. Cajeros automáticos, conversación etílica, compra urgente, camino a la montaña, casita cool. Llamadas neurálgicas, toscos extranjeros, madrugada fina, billeteras de canuto, tibio el iPod, negrísimo y palpable el Rock and Roll. Palabritas de consuelo, letras frescas. Vinos y madera. Abrigos y bufanda. Tiernas despedidas. Música ligera. Abreviaciones en distancia, palabritas torpes, tráfico de diario, último cigarro, sereno resplandor.


Apresurada la mañana. Calle. Pies extenuantes hacia el sueño. Silencio incómodo. Taxi blanco. Conversación afónica. Rígida despedida. Siete Treinta, ey em.