sábado, 29 de octubre de 2005

Music & Wine

A unas pocas horas de tu cuerpo tuve la certeza, de que austeramente nos poseemos los humildes símbolos del tiempo; más no los insolentes e irreversibles paradigmas del recuerdo. Entonces, sólo entonces; me quedan tus claros ojos con mis claros ojos, tu triste cabellera con mi triste cabellera y una sola lágrima, quizás, la más silenciosa. Una lágrima que no termina de tocar el fondo, aún; porque no es ahora cuando levantamos la liviana autoridad de cambiar nuestras madrugadas encontradas, nuestras incontenibles afterhours. Nuestros excesos.

Sólo es brit punk, electro pop. Sólo es un kinky reggae.