A unas pocas horas de tu cuerpo tuve la certeza, de que austeramente nos poseemos los humildes símbolos del tiempo; más no los insolentes e irreversibles paradigmas del recuerdo. Entonces, sólo entonces; me quedan tus claros ojos con mis claros ojos, tu triste cabellera con mi triste cabellera y una sola lágrima, quizás, la más silenciosa. Una lágrima que no termina de tocar el fondo, aún; porque no es ahora cuando levantamos la liviana autoridad de cambiar nuestras madrugadas encontradas, nuestras incontenibles afterhours. Nuestros excesos.
Sólo es brit punk, electro pop. Sólo es un kinky reggae.
Sólo es brit punk, electro pop. Sólo es un kinky reggae.