miércoles, 17 de agosto de 2005

Lo siento por ciento

Estoy muriendo a prisa, pensé mientras cruzaba la línea de los 100 metros planos y el sudor empezaba a bajar frío, friísimo en todo el rostro. El estadio –atestado de gritos, silbidos y no se qué cuantas pancartas, banderas, desesperaciones, histerias–; empezaba a arder en llamas burdas por los bordes.

El Jamaiquino Leonel ‘La Bala’ Baptist me observó por unos segundos con una intencional mirada cínica y descolorida; llegó segundo a una cabeza detrás mío. Juan Guzmán de Cuba me enterró los dientes con una sonrisa condescendiente y falaz; no pudo hacer nada para conformarse con el bronce. En lo alto del tablero suizo pude ver mi tiempo, aunque borroso, y observé como Richard Messner-Milles, ganador del año pasado en los 100 con vallas había quedado descalificado en el arranque por exceso de nerviosismo, o adrenalina. Y justo en el momento en el cual confirmaban por los altoparlantes mi nuevo récord mundial, La Bala Baptist se acercó a mí dándome un abrazo cálido y me dijo en su acento jamaiquino susurrándome al oído sin más rodeos las siguientes palabras:

–Man, You're fast. You’ve sold your soul man, to the Chief… He is waitin’ for ya. Now do the next: Spend your money fast or give to charity, give time to children and leave the country… And please, run fast, fast as you can man… cause He’s getting closer and nobody is there for you man.