viernes, 28 de enero de 2005

Sololatitlán

Agua de altura, rincón exacto de dioses sin pulover. Escucho tu aire, tu propia insistencia. Recurro en tu inocencia, de bien pagados impuestos sobre deleite de córneas fugaces y vuelvo a nombrarte: constante regreso de monederos pasos, de nuevo.