durante el fin del mundo
nada estará perdido del todo
aún quedarán las fuerzas
para disolver la terrible tormenta del tiempo
y resistir
*
en este instante terrible
que dura el fin del mundo
nada es
abrupto e impecable
como se informó
en los telenoticieros
*
no quiero que olvides, ya estamos grandes para olvidar / nuestra juventud fue una quimera rota y roja como la sangre de la revolución que nunca vivimos, una carretera accidentada, un disparate tortuoso lleno de baches y demonios / instantes de luz y sombra / una pequeña parte de mi ser es lo que fuimos esta noche, sólo eso / que se diluye entre las bienvenidas y los adioses / tanto alfabeto repetido, tanto diálogo, tanta saliva remojándose las ganas / no quiero que olvides, que en una mañana cualquiera, al ritmo de dos cigarros y una música nueva, justo después del fin del mundo: empezaremos otro mundo / no lo olvides
*
niña mía
desvísteme las asperezas
y muéstrame los tatuajes pardos de la vida
mañana será muy tarde
mañana sólo seremos un tibio recuerdo
evaporándose entre silabeos electrónicos
este poema es alivio y es funda
es ungüento para el alma
y es remedio intravenoso
para nuestro corazón anestesiado
por el jovial pasmo de los comienzos
*
¡calla!
apaga el reproductor
pon el pausa la película
un enjambre de terremotos se avecinan
una jauría de olas infinitas ladran hacia el alba
un accidente aéreo nos mitiga de a poquitos
después de todo eso
vete a la fiesta
¡y a bailar!
SOUNDTRACK:
Nocturne (2012) de Wild Nothing
Atoms for Peace: Reverse Running
Bombay Bicycle Club: Lights out, word gone