lunes, 31 de marzo de 2008

Poema cualquiera

No se escribe para cansar los músculos del corazón, ni para sangrar la tinta de los fatalismos. No se escribe para amontonar las letras en un degolladero y pretender disciplinarlas, con tortura china y ademán burgués. No se escribe para adormecer la ira y transformarla en un rincón de Paraíso; rodeado de estupefacientes, reguetón y pretenciosas fans. No se escribe para bajar la guardia, encender la mecha o fusilar la infelicidad. Se escribe en todo caso, para apaciguar por momentos la deliciosa soledad.