lunes, 7 de mayo de 2007

Mayo (eres para mi/in a manner of speaking)

Acomodarme en tu silencio de acetato. Alucinarte completita y con ganas, fotografiadas ganas. Inventarte en mi tibio hilo de consciencia de vacíos diarios con el mundo. Fumarme tu risa despiadada, leer hasta el hastío vastos ensayos sobre tu cadera vencedora, desesperarme sin tu aliento de estereoprimaveras rebosadas de universo. Desmoronar el mundo de los posibles y los correctos. Desenredar los inútiles átomos de la tristeza. Fornicar extensamente y con pausas hasta el diluvio de los imperios elementales de la felicidad más sincera. Descalzarme los miedos, empolvarme las pituitarias colectivas del invierno. Imaginarte en mi espacio, mi desordenado espacio. Puntearme sucesivamente en las estrofas de tu tiempo. Tildarte apresuradamente los lunares. Vulgarizar contigo. Hilvanar itinerarios. Desayunar tus carcajadas.


Regalarte mis fantasmas ruidos, mi melena devastada, mi poesía ciega. Regalarte mi ritual sonoro, mi franquicia de deseos, mi esperanza de agua papel y tinta china. Regalarte mis bolsillos y mis tristes amuletos.


Aniquilarme las disputas. Francotirarme los excesos. Rocanrolearme en tus poros, intensas melodías nuevas. Cervezonearme tu risa, tu ombligo y tu abrazo; tu letal y armonioso cuello. Maniacodepripirme las nostalgias de tu pelo rojo. Rojo de Lucha. Rojo de Guerra Sangre. De Scorpio & 28. De Revolución Románica y toditos sus etcéteras. De cigarro encendido por la crueldad del fuego. Rojo de duda, de pasión o de sendero. Rojo de corazón silente, rojo de infierno. Rojo de mañana incendiando nuestras almohadas, nuestras alhajas, nuestras canciones, nuestros proyectos, nuestros viciados tragos, nuestros relajos ceniceros de la tertulia. Rojo de libro o de Pantone. Rojo de sangre transitando las lloviznas oscuridades de Mayo; hasta volverme loco, junto a tu fina musiquita fina. Junto a tu exacta lavandería de artilugios nuevos. Junto a tu solemne delicia, de literaturas habladas. Junto a tu miel amarga; junto a tu piel tan blanca, tan blanca cómo la blanca luna.