miércoles, 10 de enero de 2007

Pequeño poema para piano

A K,







Cuida este momento.
Protégelo de las horas fatales del sueño, no lo pongas a dormir.
Cuida que no lo estacionen en el olvido, dale amor.
Protégelo del fuego, resguárdalo.
Cuídalo con la fuerza armada de tu corazón.
Cuida que lo hurten, que lo alteren, que lo atraquen.
Impide que lo manoseen, que lo ultrajen, que por migajas lo vendan.
Cuida este espacio de cielo
que la humanidad construyó para los dos.

Conserva este manojo de moléculas,
te las entrego intactas, tibias, inalterables.
Protege esta música sin neoliberalismos de ida y vuelta.
Preserva este párrafo sin dudas, es tuyo.
Conserva este inicio adolescente
sin preguntas de partitura o crayón.
Protege esta pequeña sinfonía, cuídala.
Levanta las manos conmigo, sangremos en silencio,
llenemos de sangre nueva el corazón.

Protege estas hazañas,
este roce que mutuamente anhelamos a deshoras.
Protege de la muchedumbre este momento, amplifícame tu sol.
Las mareas más exquisitas de la historia se logran con dedicación.
Cuida este pequeño mar, consérvalo, purifícalo; llénalo de paz.
Aniquila las mentiras, son locamente prescindibles.
Protege esta política de huesos, carne y labio.
Cuida este momento, no te olvides de él.
Protégelo, resguárdalo, asegúralo con convicción.

Llena la alacena de verdades nuevas, vaciemos los estantes.
Brindemos con música, sirvamos otro whisky, fumemos juntos.
Cuida esta melodía nueva, disfrútala, protege este cauteloso mar.