domingo, 25 de diciembre de 2005

I fuck up and say these things out loud

La tarde que Catalina veía por tercera vez el vídeo de la canción Honest Mistake de The Bravery; timbró el teléfono rojo que está sobre la mesita de la sala de estar con un abrupto estruendo que provocó que los canaritos, Limpo y Faso, que están en la jaulita color rosa en el fondo del patio, botaran el agua y el maicillo de los recipientes celestes de plástico.

Una voz semejante a la de un molesto marinero en altamar cruzando un viaje transatlántico en el otro lado de la línea, dijo:
–Hey Caty, te olvidaste de mí; llevo aquí esperándote una hora y media. ¿Vas a venir, o qué?

Ante la hostil pregunta, con una sonriente y honesta voz, Catalina respondió, a secas:
–No, no pienso ir. No me interesa verte hoy. Prefiero ver tele, juntar los retazos de mi soledad, ordenar mis discos, tirarme en el sofá, cambiar canales y comerme uno de esos bagels de queso, jamón y orégano que con tanto afan y dedicación solía prepararte. Mirá, tengo que colgar. El Limpo y Faso botaron el agua por tu culpa, maricón.