una mujer asintió, tristemente;
dejando soltar su pálido y milenario papalote
mientras el niño, berrinche al lado;
pensó en viajar por su autopista imaginaria conduciendo un papamóvil
mientras que en el bar un hombre, de hostias se embriagó;
poniéndose una amena y cordial, digna papalina
y no será suficiente, dijo; un borracho amigo al lado,
para saciar el hambre no alcanzan estas míseras papayas
mientras vomitaba la historia, completita;
sobre un souvenir barato y santificado, del ya extrañable y funesto papa
dejando soltar su pálido y milenario papalote
mientras el niño, berrinche al lado;
pensó en viajar por su autopista imaginaria conduciendo un papamóvil
mientras que en el bar un hombre, de hostias se embriagó;
poniéndose una amena y cordial, digna papalina
y no será suficiente, dijo; un borracho amigo al lado,
para saciar el hambre no alcanzan estas míseras papayas
mientras vomitaba la historia, completita;
sobre un souvenir barato y santificado, del ya extrañable y funesto papa