martes, 20 de junio de 2006

Experimento Cinco, digo chino (五)

Sólo tengo proezas macabras, incertidumbres constantes y confortantes. Soy sólo dolor. Alegría sin lutos. Borboletas tristes en el aire acondicionado que vuelan infelices. Y ésta precaria e infiel fórmula, y éste improvisado conjuro de dioses vaginales; no conjuga la infinita alquimia para lograr alguna felicidad ridícula y a tientas.

Soy sólo silencioso ruido. Fiestas tontas. Permanezco fiel punk trovador, cruel mundialista. Somnoliento Creativo de Cuenta sin horario fijo ni británicas consecuencias sexuales. Ya nada importa. Nada olvido. Contemplativamente no puedo acercarme a cualquier risa nueva. Soy tal extravagancia. Junkfood para el alma. Adjetivo tentativo. Fría cerveza.

Sólo anhelo en pretérito; un vaivén de solitarias olas a destiempo y en chinas persuasivas moléculas distantes. Soy sólo anhelo, por momentos. Pero también voy siendo cualquier cosa, en gerundio. Cómo quien calla una última verdad en el lecho de muerte. Cómo quien empieza a olvidar de una puta vez, los rayos de sol del alba. Cómo quien fuma un cigarro, desde otro continente.